jueves, 25 de junio de 2009

23 razones para votar ?

para José Woldenberg:

Me parece un error confundir abstención con anulación activa y voto con democracia.

Es cierto que a la abstención no tiene lecturas claras, pero la anulación activa, es este contexto sí las que las tiene. Significa hartazgo con nuestra clase política, (incluso con quienes votan por el Hombre Araña. Los errores se sabe bien son el 2.5% no el 10%).

Puede haber propuestas donde no exista consenso entre los anulistas, pero es sorprendente la similitud de ideas en la mayor parte de las decenas de grupos, y sorprende porque son casi todos son espontáneos y nadie los coordina;
Empecemos solo por la disminucion radical de dinero publico a los partidos, candidataturas independientes, referéndum etc. que en la agenda de estos grupos aparecen recurrentemente.

Afirma que "el voto" , así solo, ha traído avances. Falso.
En una buena parte de los regímenes autoritarios también ha existido votación, incluso en muchos casos, los dictadores han llegado al poder mediante el voto.
El voto requiere un marco institucional sólido, abierto y libre que conjuntamente genera la democracia.
La democracia no existe sin votos, pero los votos solos no aseguran nada.

Ese es el problema.
El marco electoral actual que nos impusieron los partidos no favorece el avance que menciona.
Quieren que participemos y han gastado nuestro dinero escandalosamente para motivarnos. Casi 1 spot por votante recursos publicos a raudales y nos convirtienron en la democracia más cara del mundo en un país con 35 millones de pobres, en una campaña masiva sin parangón en la historia, cosa que parece no preocuparle.

Por eso protestamos.
justamente porque sí creemos en la democracia muchos, no les haremos caso, no seremos comparsas de una farsa y anularemos nuestro voto.

SV










anexo

23 razones para votar
José Woldenberg25




Jun. 09



Porque:

1. Los votos construirán gobiernos estatales, ayuntamientos, congresos locales, jefaturas delegaciones, asamblea legislativa y Cámara de Diputados.2. Los votos cuentan.3. Cuentan desde hace muy poco.4. Existen diferentes opciones.5. Es una falacia que todos sean lo mismo.6. Resulta una elaboración intelectual insostenible que los políticos y los partidos no puedan diferenciarse.7. La derivación política de esa construcción intelectual recuerda a los discursos antipolíticos elementales y reduccionistas: una "clase política cerrada, amafiada, incapaz" contra un pueblo "noble, incorruptible, virtuoso".8. La abstención no cuenta.9. La abstención también puede ser leída como consenso pasivo.10. La abstención se alimenta de muy diferentes humores públicos: la resignación y la distancia, la crítica, la inercia y el desprecio a la política en bloque.11. El voto nulo -no la abstención- tendrá también diferentes nutrientes: los errores, las gracejadas (votar por El Hombre Araña, por ejemplo) y la crítica indiferenciada al mundo de la política y los partidos.12. El voto nulo en sí mismo no expresará más que hartazgo, desencanto, malestar.13. Cada uno de los que está llamando al voto nulo al enunciar sus razones entra en contradicción con otros que también dejarán su voto en blanco. Ejemplos: los que llaman a anular el voto porque están en desacuerdo con la reforma de 2007 contra los que no quieren que los tiempos de radio y televisión vuelvan a ser comercializados; los que desean la posibilidad de reelección inmediata de los legisladores contra los que se expresan contra "la partidocracia"; los que demandan acabar con los diputados plurinominales y los que quieren que las minorías tengan representación. Votarán en blanco los que añoran el viejo verticalismo y los que ambicionan más y mejor democracia.14. Los padres y madres del voto nulo tienen solo en común eso: malestar.15. Votar es la punta de un iceberg civilizatorio que supone la existencia de corrientes político-ideológicas organizadas (partidos), que expresan la diversidad existente en la sociedad, que han encontrado un método participativo y pacífico para nombrar gobiernos y órganos legislativos, lo cual coadyuva a la coexistencia de la pluralidad.16. El mundo de la representación plural lo forjó la gente votando. En 20 años, a través del voto, el universo institucional cambió de manera radical. De un espacio ocupado (prácticamente) por una sola fuerza a un espacio habitado por la diversidad. (Datos: 1988, todos los gobernadores, todos los senadores y el 82 por ciento de los diputados eran del PRI; hoy tenemos gobernadores de tres partidos y en el Senado y la Cámara de Diputados ninguno tiene mayoría absoluta de escaños. Y eso lo realizaron los ciudadanos votando).17. El voto ha sido un instrumento inmejorable para ampliar el ejercicio de las libertades.18. Si algunos de los que llaman a anular el voto quieren participar en el espacio de la representación política tendrán, más temprano que tarde, que organizar su propia opción, y en ese momento aparecerá un nuevo partido (Ni modo, son inescapables).19. El voto nulo tiene además un tufo de desprecio hacia una institución central de la República: la Cámara de Diputados. Porque me pregunto: ¿cuántos de los que llaman a anular el voto lo harían si lo que estuviera en juego fuera la Presidencia de la República?20. Hay que crearles un contexto de exigencia a políticos, partidos, congresos y gobiernos. Pero no es abandonando la plaza y dejando que otros decidan la mejor opción.21. Los preocupados por la vida política del país están obligados a generar diagnósticos y propuestas de reformas, fórmulas de organización, agendas que graviten sobre la toma de decisiones, mecanismos de rendición de cuentas, en una palabra, una trama civil que eleve la presencia de las organizaciones y las propuestas que emergen desde la sociedad. Y ello no está ligado, necesariamente, al voto nulo.22. Los propios partidos, por necesidad o por virtud, han incorporado a sus listas a ciudadanos no afiliados a ellos (ejemplos: Guadalupe Loaeza -PRD-, Gastón Luken -PAN-, Alejandro Gertz Manero -Convergencia- Jaime Cárdenas -PT-, Miguel Galván -PSD-).23. Porque "todo lo que es también puede no ser" (Milan Kundera, Un encuentro, Tusquets, México, 2009, P. 100). Y espero que un día no nos encontremos sin partidos, elecciones, Congreso plural, división de poderes y súmele usted.Ahora bien, quiere usted abstenerse o anular su voto, hágalo. Está en su derecho. Piense, sin embargo, en los que ya asumen su representación.

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