En el editorial del Reforma del jueves 2 de julio, Lorenzo Meyer, intenta darle al voto anulado un significado muy forzado que en mi opinión no tiene.
No le queremos hacer al antropológo para buscar el significado de anular, pero creo que el propio hecho de sacar la credencial, ubicar la casilla y hacer la cola en domingo, habla de cierta confianza en nuestro sistema democrático.
Pero el hecho de al final de la historia, ya solos dentro de la casilla, decidamos anular deliberadamente, significa que las opciones que se nos presentan no nos gustan;
es un rechazo a las reglas que nos impusieron de común acuerdo todos los partidos.
Esto incluye también al movimiento de López Obrador, que este investigador ha apoyado.
Recordar que el PT, Convergencia y PRD son partidos subsididados que Sí, aparecen en la boleta.
Quien coincida con su proyecto, tiene todo el derecho de votar por ellos.
Nosotros NO.
Totalmente de acuerdo
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